Berliner Boersenzeitung - Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta

EUR -
AED 4.31146
AFN 77.552815
ALL 96.490006
AMD 447.387397
ANG 2.1015
AOA 1076.545647
ARS 1686.460724
AUD 1.760602
AWG 2.116111
AZN 1.99315
BAM 1.95662
BBD 2.360179
BDT 143.199982
BGN 1.956637
BHD 0.442544
BIF 3463.35069
BMD 1.173987
BND 1.515741
BOB 8.097392
BRL 6.345873
BSD 1.171786
BTN 105.771304
BWP 16.540858
BYN 3.43814
BYR 23010.14023
BZD 2.356777
CAD 1.616715
CDF 2623.86079
CHF 0.932964
CLF 0.02736
CLP 1073.317806
CNY 8.286057
CNH 8.278702
COP 4464.965093
CRC 583.546915
CUC 1.173987
CUP 31.110649
CVE 110.311206
CZK 24.201973
DJF 208.666515
DKK 7.469115
DOP 75.041752
DZD 152.174529
EGP 55.805107
ERN 17.609801
ETB 182.47371
FJD 2.66706
FKP 0.874416
GBP 0.876262
GEL 3.169235
GGP 0.874416
GHS 13.452635
GIP 0.874416
GMD 85.700954
GNF 10192.269224
GTQ 8.974759
GYD 245.122674
HKD 9.137837
HNL 30.851054
HRK 7.535468
HTG 153.462974
HUF 382.616951
IDR 19524.690979
ILS 3.759816
IMP 0.874416
INR 106.058551
IQD 1535.042982
IRR 49436.581934
ISK 148.204435
JEP 0.874416
JMD 187.737838
JOD 0.832368
JPY 182.800889
KES 151.11573
KGS 102.665441
KHR 4690.944912
KMF 493.074524
KPW 1056.583646
KRW 1729.94575
KWD 0.360027
KYD 0.976509
KZT 610.165579
LAK 25415.645822
LBP 104936.154484
LKR 362.38179
LRD 206.826633
LSL 19.845112
LTL 3.466477
LVL 0.710133
LYD 6.364639
MAD 10.779015
MDL 19.956359
MGA 5197.154791
MKD 61.561122
MMK 2465.687013
MNT 4164.573128
MOP 9.392234
MRU 46.451655
MUR 53.909635
MVR 18.090815
MWK 2031.942463
MXN 21.162074
MYR 4.804542
MZN 75.011046
NAD 19.845112
NGN 1701.552826
NIO 43.118061
NOK 11.81033
NPR 169.234608
NZD 2.018902
OMR 0.451397
PAB 1.171791
PEN 3.949454
PGK 4.972061
PHP 69.293982
PKR 329.571844
PLN 4.22215
PYG 8008.320328
QAR 4.270789
RON 5.091231
RSD 117.392861
RUB 93.000534
RWF 1705.607162
SAR 4.405546
SBD 9.662606
SCR 16.594891
SDG 706.148212
SEK 10.862781
SGD 1.515406
SHP 0.880794
SLE 28.293557
SLL 24617.912895
SOS 668.477157
SRD 45.301212
STD 24299.155382
STN 24.510162
SVC 10.253295
SYP 12982.392397
SZL 19.839226
THB 37.168443
TJS 10.804126
TMT 4.108954
TND 3.435839
TOP 2.826678
TRY 50.121365
TTD 7.952331
TWD 36.617932
TZS 2887.993286
UAH 49.462107
UGX 4166.74532
USD 1.173987
UYU 46.139326
UZS 14085.900144
VES 310.795223
VND 30885.243326
VUV 142.623146
WST 3.268316
XAF 656.229079
XAG 0.018394
XAU 0.000274
XCD 3.172758
XCG 2.111885
XDR 0.816138
XOF 656.229079
XPF 119.331742
YER 279.84908
ZAR 19.778131
ZMK 10567.290561
ZMW 26.864138
ZWL 378.023253
Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta
Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta / Foto: Jeff Pachoud - AFP

Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta

Hojas de caoba, flores de margarita y pan de especias con harina de bellota, entre otros manjares, se encuentran en el bosque comestible de Bresse, en el este de Francia, que ofrece todo lo que el ser humano necesita para alimentarse respetando al planeta.

Tamaño del texto:

"¿Qué se come aquí? Todo lo que te rodea", dice Fabrice Desjours mientras pasa la mano por un frondoso caos vegetal formado por marañas de lianas, plantas y arbustos, dominado por árboles de orígenes sorprendentes.

"Este cornejo japonés produce frutos asombrosos que se pueden comer", cuenta Desjours, señalando un árbol de magníficas flores blancas estrelladas. "Y sí, resiste temperaturas de hasta -20ºC". añade el fundador de Forêt Gourmande (FoGo, bosque goloso).

"Este es un bambú sasa. Se comen los brotes pequeños. Salteados quedan deliciosos... Esta es una caoba china con la que hacemos unos pestos estupendos", dice mientras muestra al visitante dubitativo las hojas de color verde óxido que dan la deliciosa impresión de estar mordiendo una cebolla con un ligero sabor a nuez.

Luego, señalando al suelo alfombrado de plantas, dice: "Eso es cizaña, una verdura estupenda. Y allí está la aralia, una verdura asiática, a los restauradores les encanta".

Más de mil especies son cultivadas en las 2,5 hectáreas de FoGo plantadas en la región de Bresse, en Borgoña, por iniciativa exclusiva de Desjours.

Con su sombrero de paja y manos de jardinero, este antiguo enfermero apasionado por las plantas "desde niño" disfrutaba encontrando en el bosque la "calma" que su trabajo le negaba.

Como trotamundos, descubrió en sus viajes que los agrobosques alimentan a la gente en Sumatra, Costa Rica y Comoras. "Los lugareños se adentraban en el bosque y volvían diez minutos después con cestas llenas de cosas deliciosas. Había comida en abundancia", recuerda.

- Sin riego -

"Yo también quería crear mi oasis", dice, y en 2010, después de estudiar agrosilvicultura, compró algunas hectáreas de prados desolados y plantó su bosque goloso con sus propias manos y medios económicos.

La idea era realmente hacer un bosque para comer, sin erosión ni tratamiento del suelo", explica a AFP.

Aparte de los primeros años de plantío, no necesita riego. El FoGo está plantado "con variedades resistentes a la sequía", pero también porque "retiene el agua en el suelo" gracias a una combinación de plantas específicas que potencian la biodiversidad, explica Desjours entre el canto de los pájaros.

Comenzó como el sueño de un solo hombre, pero FoGo se convirtió en un laboratorio de "jardines-bosque" que "todos" quieren imitar en Normandía, Lille, y Toulouse. En altura o en llanura. En zonas inundables o secas, la asociación sin fines de lucro creada en 2018 para apoyar el bosque comestible asesora actualmente a unos 50 proyectos por año y capacita de "cinco a 600 personas".

"El interés es enorme", confirma Geneviève Michon, experta en agrosilvicultura del Instituto de Investigación para el Desarrollo.

"Nos llegó de los trópicos", dice la investigadora. "Llegó a Europa hace 30 años, primero al Reino Unido. En Francia tardó mucho: cuando quise investigar el tema en los años 1980 me dijeron 'la agrosilvicultura no tiene futuro'", recuerda.

"Hoy en día la gente redescubre la idea de que podemos comer del bosque. Se puso en boga porque la gente se está dando cuenta del enorme costo de la agricultura industrial", agregá.

De repente, en la selva comestible, Fabrice Desjours grita "¡a la mesa!" con los brazos cargados de una "superensalada" de galio blanco, hierba callera, glechoma... acompañada de un puré de ñame chino y, por último, pan de jengibre con harina de bellota. Todo regado con té de rosas japonés.

"Entrante, plato principal, postre", dice con satisfacción. "Sí, con el bosque se puede hacer una comida completa", concluye satisfecho.

(B.Hartmann--BBZ)