Berliner Boersenzeitung - ¿Recesión necesaria en EE.UU.?

EUR -
AED 4.311517
AFN 80.459001
ALL 97.861046
AMD 449.221187
ANG 2.100718
AOA 1076.404609
ARS 1470.290435
AUD 1.791892
AWG 2.112899
AZN 2.000281
BAM 1.955013
BBD 2.36186
BDT 142.592634
BGN 1.956686
BHD 0.442465
BIF 3485.327509
BMD 1.173833
BND 1.49851
BOB 8.082783
BRL 6.553268
BSD 1.170034
BTN 100.194118
BWP 15.628646
BYN 3.828176
BYR 23007.121999
BZD 2.349665
CAD 1.604917
CDF 3387.681116
CHF 0.932257
CLF 0.029042
CLP 1114.483409
CNY 8.428413
CNH 8.427867
COP 4721.155341
CRC 589.9727
CUC 1.173833
CUP 31.106568
CVE 110.221126
CZK 24.648254
DJF 208.307083
DKK 7.461233
DOP 70.142976
DZD 152.223833
EGP 58.176561
ERN 17.607491
ETB 162.306368
FJD 2.634901
FKP 0.864841
GBP 0.86252
GEL 3.181417
GGP 0.864841
GHS 12.209078
GIP 0.864841
GMD 83.926443
GNF 10151.089069
GTQ 8.990421
GYD 244.622628
HKD 9.214546
HNL 30.588215
HRK 7.530838
HTG 153.529541
HUF 399.309142
IDR 19041.328036
ILS 3.884618
IMP 0.864841
INR 100.434424
IQD 1532.376982
IRR 49447.704165
ISK 143.407551
JEP 0.864841
JMD 186.993974
JOD 0.83225
JPY 171.616637
KES 151.365347
KGS 102.651416
KHR 4697.150304
KMF 494.183253
KPW 1056.423672
KRW 1612.059556
KWD 0.35849
KYD 0.974804
KZT 606.623365
LAK 25203.752916
LBP 104810.480117
LKR 351.667023
LRD 234.536643
LSL 20.882514
LTL 3.466023
LVL 0.71004
LYD 6.326482
MAD 10.564498
MDL 19.827108
MGA 5177.894824
MKD 61.530165
MMK 2464.470539
MNT 4212.368283
MOP 9.458295
MRU 46.636324
MUR 53.080621
MVR 18.074825
MWK 2028.375324
MXN 21.8418
MYR 4.989986
MZN 75.078902
NAD 20.850323
NGN 1793.616166
NIO 43.04305
NOK 11.834586
NPR 160.312236
NZD 1.953052
OMR 0.451335
PAB 1.169734
PEN 4.152629
PGK 4.907109
PHP 66.216227
PKR 333.957537
PLN 4.242845
PYG 9066.391117
QAR 4.265302
RON 5.073068
RSD 117.164962
RUB 91.794533
RWF 1683.276171
SAR 4.402767
SBD 9.786155
SCR 17.225646
SDG 704.881407
SEK 11.152469
SGD 1.50142
SHP 0.922448
SLE 26.414414
SLL 24614.690259
SOS 668.528197
SRD 43.725855
STD 24295.968071
SVC 10.234839
SYP 15262.325911
SZL 20.849523
THB 38.253444
TJS 11.317395
TMT 4.120153
TND 3.421238
TOP 2.749233
TRY 46.999799
TTD 7.942771
TWD 34.302327
TZS 3084.286863
UAH 48.893221
UGX 4199.328454
USD 1.173833
UYU 47.321164
UZS 14870.01764
VES 133.35479
VND 30639.969489
VUV 140.042854
WST 3.231986
XAF 655.690416
XAG 0.032209
XAU 0.000353
XCD 3.172342
XDR 0.815468
XOF 655.696
XPF 119.331742
YER 283.891327
ZAR 20.844629
ZMK 10565.899751
ZMW 28.454674
ZWL 377.973668

¿Recesión necesaria en EE.UU.?




La economía estadounidense atraviesa un momento de incertidumbre en 2025, marcado por un crecimiento económico ralentizado y temores crecientes sobre una posible recesión. En el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3%, un cambio drástico tras un crecimiento del 2,4% en el último trimestre de 2024. Este retroceso ha avivado debates sobre si esta desaceleración podría ser un ajuste necesario para corregir desequilibrios económicos o si, por el contrario, representa un riesgo mayor para la estabilidad global.

El principal catalizador de esta situación parece ser la política comercial impulsada por la administración actual, caracterizada por la imposición de aranceles significativos a las importaciones. Estas medidas, destinadas a proteger la industria local, han generado efectos no deseados. Las empresas, anticipándose a los aranceles, aumentaron masivamente las importaciones a principios de 2025, lo que contribuyó al descenso del PIB al inflar el déficit comercial. Sin embargo, tras la entrada en vigor de los aranceles en abril, el consumo se ha estancado, ya que los hogares, preocupados por el aumento de precios, han reducido sus gastos. El índice de confianza del consumidor, que mide el optimismo económico, cayó a su segundo nivel más bajo desde 1952, reflejando una creciente inquietud entre los estadounidenses.

El mercado laboral, tradicionalmente un pilar de la economía estadounidense, también muestra signos de debilitamiento. Aunque la tasa de desempleo se mantenía en un sólido 4% a inicios de 2025, equivalente al pleno empleo, las proyecciones indican que podría alcanzar el 5% en 2026. Este aumento, aunque modesto, implica una transición hacia el desempleo involuntario, lo que podría agravar la percepción de inseguridad económica. Además, los consumidores, enfrentados a la posibilidad de alzas en los precios debido a los aranceles, están optando por acumular existencias de bienes, un comportamiento que impulsa las ventas a corto plazo, pero que no es sostenible.

En los mercados financieros, la volatilidad se ha disparado. Los inversores, desconcertados por la incertidumbre en la política comercial, han adoptado una postura cautelosa, lo que se refleja en un índice de "miedo y codicia" que permanece en niveles de "miedo extremo" desde marzo. Esta desconfianza ha llevado a pérdidas significativas en los mercados bursátiles, afectando especialmente a los ahorros de muchos ciudadanos, que en su mayoría están invertidos en acciones a través de fondos de pensiones.

Sin embargo, algunos analistas argumentan que esta desaceleración podría ser un mal necesario. La economía estadounidense, que ha disfrutado de un crecimiento robusto en los últimos años, podría estar enfrentando una corrección para enfriar sectores sobrecalentados, como el consumo excesivo y la acumulación de deuda pública. Los programas de estímulo masivo implementados en años anteriores han mantenido a flote la economía, pero a costa de un aumento en la deuda nacional. Una recesión controlada, según esta perspectiva, podría permitir un reequilibrio sin caer en una crisis prolongada.

Por otro lado, los críticos advierten que los riesgos son considerables. La incertidumbre generada por la política comercial no solo afecta a Estados Unidos, sino que tiene repercusiones globales. Las represalias comerciales de socios como China y Europa podrían agravar la situación, reduciendo el crecimiento económico mundial. Además, la inflación, que había disminuido significativamente desde su pico en 2022, podría repuntar debido a los costos adicionales impuestos por los aranceles, lo que complicaría las decisiones de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.

A pesar de estas preocupaciones, no todos los indicadores son negativos. Algunos sectores, como el consumo interno, han mostrado resistencia, impulsados por compras anticipadas de bienes duraderos. Asimismo, la economía estadounidense sigue siendo una de las más dinámicas del mundo, con una capacidad comprobada para adaptarse a desafíos. La pregunta clave es si esta desaceleración será un ajuste pasajero o el preludio de una recesión más profunda.

En conclusión, la situación económica de Estados Unidos en 2025 plantea un dilema complejo. Mientras algunos ven en esta ralentización una oportunidad para corregir excesos, otros temen que las políticas actuales puedan desencadenar una crisis más severa. La respuesta dependerá de cómo evolucione la confianza de los consumidores, la estabilidad de los mercados y la capacidad de las autoridades para mitigar los impactos de las tensiones comerciales. Por ahora, el mundo observa con atención, consciente de que las decisiones tomadas en Washington tendrán ecos mucho más allá de sus fronteras.