Berliner Boersenzeitung - ¿Recesión necesaria en EE.UU.?

EUR -
AED 4.306019
AFN 82.063989
ALL 98.243486
AMD 450.403376
ANG 2.098057
AOA 1075.041643
ARS 1470.394962
AUD 1.795873
AWG 2.110223
AZN 1.99008
BAM 1.953818
BBD 2.365601
BDT 142.938692
BGN 1.955655
BHD 0.44191
BIF 3447.869672
BMD 1.172346
BND 1.497894
BOB 8.095789
BRL 6.385298
BSD 1.171712
BTN 100.349228
BWP 15.642736
BYN 3.834244
BYR 22977.98217
BZD 2.353433
CAD 1.601897
CDF 3383.390991
CHF 0.933522
CLF 0.028825
CLP 1106.155166
CNY 8.410469
CNH 8.418939
COP 4748.587591
CRC 592.304349
CUC 1.172346
CUP 31.06717
CVE 110.899175
CZK 24.657838
DJF 208.348992
DKK 7.460463
DOP 70.451585
DZD 151.987663
EGP 58.23594
ERN 17.58519
ETB 159.937334
FJD 2.635141
FKP 0.85973
GBP 0.862788
GEL 3.176673
GGP 0.85973
GHS 12.192597
GIP 0.85973
GMD 83.820282
GNF 10147.827349
GTQ 9.005098
GYD 245.133936
HKD 9.202459
HNL 30.891845
HRK 7.533023
HTG 153.774045
HUF 400.144558
IDR 19070.552855
ILS 3.930292
IMP 0.85973
INR 100.472341
IQD 1535.773298
IRR 49385.076782
ISK 142.956025
JEP 0.85973
JMD 187.005128
JOD 0.831201
JPY 171.874115
KES 151.82357
KGS 102.521499
KHR 4714.004114
KMF 492.970662
KPW 1055.109176
KRW 1607.696942
KWD 0.358104
KYD 0.976451
KZT 608.792574
LAK 25264.056635
LBP 105042.203975
LKR 352.221797
LRD 235.054359
LSL 20.856534
LTL 3.461633
LVL 0.70914
LYD 6.322737
MAD 10.556986
MDL 19.830649
MGA 5193.492605
MKD 61.50774
MMK 2461.005054
MNT 4207.330076
MOP 9.473977
MRU 46.548036
MUR 52.876067
MVR 18.059568
MWK 2035.774438
MXN 21.806218
MYR 4.971941
MZN 74.98293
NAD 20.856032
NGN 1798.449417
NIO 43.083956
NOK 11.837172
NPR 160.560532
NZD 1.954904
OMR 0.450696
PAB 1.171622
PEN 4.155377
PGK 4.835962
PHP 66.439177
PKR 333.239131
PLN 4.245286
PYG 9337.768764
QAR 4.268044
RON 5.075557
RSD 117.197077
RUB 92.018086
RWF 1681.144206
SAR 4.396923
SBD 9.77376
SCR 16.526829
SDG 704.029088
SEK 11.161877
SGD 1.500134
SHP 0.92128
SLE 26.348437
SLL 24583.514353
SOS 669.994566
SRD 43.756062
STD 24265.195845
SVC 10.251865
SYP 15242.688457
SZL 20.856451
THB 38.182884
TJS 11.253863
TMT 4.114935
TND 3.39805
TOP 2.745749
TRY 46.940225
TTD 7.949006
TWD 34.141043
TZS 3095.218588
UAH 48.939519
UGX 4211.728545
USD 1.172346
UYU 47.043493
UZS 14918.103208
VES 131.640156
VND 30639.26347
VUV 139.302855
WST 3.212801
XAF 655.303583
XAG 0.0319
XAU 0.000355
XCD 3.168324
XDR 0.814345
XOF 652.997265
XPF 119.331742
YER 283.531199
ZAR 20.843609
ZMK 10552.522234
ZMW 28.382215
ZWL 377.494943

¿Recesión necesaria en EE.UU.?




La economía estadounidense atraviesa un momento de incertidumbre en 2025, marcado por un crecimiento económico ralentizado y temores crecientes sobre una posible recesión. En el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3%, un cambio drástico tras un crecimiento del 2,4% en el último trimestre de 2024. Este retroceso ha avivado debates sobre si esta desaceleración podría ser un ajuste necesario para corregir desequilibrios económicos o si, por el contrario, representa un riesgo mayor para la estabilidad global.

El principal catalizador de esta situación parece ser la política comercial impulsada por la administración actual, caracterizada por la imposición de aranceles significativos a las importaciones. Estas medidas, destinadas a proteger la industria local, han generado efectos no deseados. Las empresas, anticipándose a los aranceles, aumentaron masivamente las importaciones a principios de 2025, lo que contribuyó al descenso del PIB al inflar el déficit comercial. Sin embargo, tras la entrada en vigor de los aranceles en abril, el consumo se ha estancado, ya que los hogares, preocupados por el aumento de precios, han reducido sus gastos. El índice de confianza del consumidor, que mide el optimismo económico, cayó a su segundo nivel más bajo desde 1952, reflejando una creciente inquietud entre los estadounidenses.

El mercado laboral, tradicionalmente un pilar de la economía estadounidense, también muestra signos de debilitamiento. Aunque la tasa de desempleo se mantenía en un sólido 4% a inicios de 2025, equivalente al pleno empleo, las proyecciones indican que podría alcanzar el 5% en 2026. Este aumento, aunque modesto, implica una transición hacia el desempleo involuntario, lo que podría agravar la percepción de inseguridad económica. Además, los consumidores, enfrentados a la posibilidad de alzas en los precios debido a los aranceles, están optando por acumular existencias de bienes, un comportamiento que impulsa las ventas a corto plazo, pero que no es sostenible.

En los mercados financieros, la volatilidad se ha disparado. Los inversores, desconcertados por la incertidumbre en la política comercial, han adoptado una postura cautelosa, lo que se refleja en un índice de "miedo y codicia" que permanece en niveles de "miedo extremo" desde marzo. Esta desconfianza ha llevado a pérdidas significativas en los mercados bursátiles, afectando especialmente a los ahorros de muchos ciudadanos, que en su mayoría están invertidos en acciones a través de fondos de pensiones.

Sin embargo, algunos analistas argumentan que esta desaceleración podría ser un mal necesario. La economía estadounidense, que ha disfrutado de un crecimiento robusto en los últimos años, podría estar enfrentando una corrección para enfriar sectores sobrecalentados, como el consumo excesivo y la acumulación de deuda pública. Los programas de estímulo masivo implementados en años anteriores han mantenido a flote la economía, pero a costa de un aumento en la deuda nacional. Una recesión controlada, según esta perspectiva, podría permitir un reequilibrio sin caer en una crisis prolongada.

Por otro lado, los críticos advierten que los riesgos son considerables. La incertidumbre generada por la política comercial no solo afecta a Estados Unidos, sino que tiene repercusiones globales. Las represalias comerciales de socios como China y Europa podrían agravar la situación, reduciendo el crecimiento económico mundial. Además, la inflación, que había disminuido significativamente desde su pico en 2022, podría repuntar debido a los costos adicionales impuestos por los aranceles, lo que complicaría las decisiones de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.

A pesar de estas preocupaciones, no todos los indicadores son negativos. Algunos sectores, como el consumo interno, han mostrado resistencia, impulsados por compras anticipadas de bienes duraderos. Asimismo, la economía estadounidense sigue siendo una de las más dinámicas del mundo, con una capacidad comprobada para adaptarse a desafíos. La pregunta clave es si esta desaceleración será un ajuste pasajero o el preludio de una recesión más profunda.

En conclusión, la situación económica de Estados Unidos en 2025 plantea un dilema complejo. Mientras algunos ven en esta ralentización una oportunidad para corregir excesos, otros temen que las políticas actuales puedan desencadenar una crisis más severa. La respuesta dependerá de cómo evolucione la confianza de los consumidores, la estabilidad de los mercados y la capacidad de las autoridades para mitigar los impactos de las tensiones comerciales. Por ahora, el mundo observa con atención, consciente de que las decisiones tomadas en Washington tendrán ecos mucho más allá de sus fronteras.