Berliner Boersenzeitung - Sistema fiscal español: ¿injusto?

EUR -
AED 4.311383
AFN 80.689649
ALL 97.605582
AMD 450.665792
ANG 2.100733
AOA 1076.366783
ARS 1503.320158
AUD 1.788675
AWG 2.115171
AZN 2.000105
BAM 1.958914
BBD 2.371952
BDT 143.608298
BGN 1.957467
BHD 0.442417
BIF 3501.556007
BMD 1.173791
BND 1.505231
BOB 8.117077
BRL 6.527432
BSD 1.174707
BTN 101.670628
BWP 15.772141
BYN 3.844443
BYR 23006.303709
BZD 2.359712
CAD 1.609104
CDF 3391.08264
CHF 0.933305
CLF 0.028613
CLP 1122.485065
CNY 8.397349
CNH 8.412807
COP 4823.694137
CRC 593.458604
CUC 1.173791
CUP 31.105462
CVE 110.44057
CZK 24.558412
DJF 208.606599
DKK 7.464119
DOP 71.275738
DZD 151.988957
EGP 57.621523
ERN 17.606865
ETB 163.480167
FJD 2.63364
FKP 0.867917
GBP 0.874111
GEL 3.181432
GGP 0.867917
GHS 12.275515
GIP 0.867917
GMD 84.51337
GNF 10194.20599
GTQ 9.016487
GYD 245.770708
HKD 9.214084
HNL 30.7599
HRK 7.535274
HTG 154.157695
HUF 396.267195
IDR 19199.699478
ILS 3.936138
IMP 0.867917
INR 101.477641
IQD 1538.846343
IRR 49431.278201
ISK 142.205233
JEP 0.867917
JMD 187.377879
JOD 0.832264
JPY 173.277422
KES 151.65826
KGS 102.476414
KHR 4705.600881
KMF 491.235989
KPW 1056.390967
KRW 1622.842408
KWD 0.358406
KYD 0.978956
KZT 640.133998
LAK 25323.905293
LBP 105255.769578
LKR 354.44555
LRD 235.526429
LSL 20.849455
LTL 3.4659
LVL 0.710015
LYD 6.341081
MAD 10.563593
MDL 19.75841
MGA 5188.380707
MKD 61.660124
MMK 2464.391977
MNT 4210.728168
MOP 9.497699
MRU 46.88253
MUR 53.302294
MVR 18.08077
MWK 2036.938173
MXN 21.788735
MYR 4.955163
MZN 75.07563
NAD 20.848744
NGN 1798.166097
NIO 43.224111
NOK 11.929526
NPR 162.676769
NZD 1.952267
OMR 0.451318
PAB 1.174697
PEN 4.160171
PGK 4.86874
PHP 67.07868
PKR 332.893353
PLN 4.249499
PYG 8798.987976
QAR 4.282007
RON 5.069725
RSD 117.180775
RUB 93.140377
RWF 1697.999353
SAR 4.403405
SBD 9.72497
SCR 17.240676
SDG 704.865814
SEK 11.17574
SGD 1.503357
SHP 0.922415
SLE 26.938939
SLL 24613.815124
SOS 671.378747
SRD 43.035291
STD 24295.10394
STN 24.539638
SVC 10.27834
SYP 15262.668311
SZL 20.841487
THB 38.028525
TJS 11.21853
TMT 4.120006
TND 3.429452
TOP 2.74914
TRY 47.599343
TTD 7.987903
TWD 34.599882
TZS 3007.84067
UAH 49.117383
UGX 4211.839198
USD 1.173791
UYU 47.054804
UZS 14863.629091
VES 141.17584
VND 30688.76584
VUV 140.241829
WST 3.213239
XAF 657.018271
XAG 0.030697
XAU 0.000352
XCD 3.172229
XCG 2.11712
XDR 0.814652
XOF 657.001452
XPF 119.331742
YER 282.825369
ZAR 20.847679
ZMK 10565.531807
ZMW 27.400142
ZWL 377.960225

Sistema fiscal español: ¿injusto?




En España se está librando un acalorado debate sobre el sistema fiscal, que los críticos califican como uno de los más injustos de Europa. El creciente descontento se alimenta de una combinación de elevada presión fiscal, distribución desigual de la carga tributaria y unas políticas que muchos consideran contraproducentes para el crecimiento económico y la justicia social.

La presión fiscal en España ha alcanzado máximos históricos en los últimos años. En 2024, se prevé que la presión fiscal se sitúe en torno al 39 % del producto interior bruto (PIB), lo que situaría a España cerca de la media europea, que se sitúa en torno al 41 %. Especialmente llamativo es el denominado «gasto fiscal», que mide la presión fiscal en relación con la capacidad económica. En España, este se sitúa entre un 14 % y un 18 % por encima de la media de la UE, lo que significa que los contribuyentes españoles pagan muchos más impuestos en proporción a sus ingresos que sus vecinos europeos. Los más afectados son los trabajadores y las pequeñas empresas, que soportan una elevada carga del impuesto sobre la renta (IRPF) y las cotizaciones sociales.

Una de las principales críticas es la falta de progresividad del sistema fiscal. Si bien el impuesto sobre la renta es, en teoría, progresivo, los hogares más pobres soportan una carga desproporcionadamente alta a través de impuestos indirectos como el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Los estudios muestran que el 20 % de los hogares más pobres pagan casi el mismo tipo impositivo efectivo que el 1 % más rico, lo que agrava la desigualdad. El IVA grava más a los hogares con bajos ingresos, ya que estos destinan una mayor parte de sus ingresos al consumo. Por el contrario, los hogares ricos se benefician de desgravaciones fiscales y de estructuras financieras complejas que reducen su carga fiscal.

Las empresas también son objeto de críticas. El tipo impositivo del impuesto de sociedades en España, del 25 %, es considerablemente superior a la media de la UE, que se sitúa en el 21,3 %. Además, las cotizaciones sociales de las empresas representan una parte importante de la carga fiscal, lo que afecta a la competitividad. Los críticos argumentan que la elevada fiscalidad de las empresas frena la inversión y provoca la fuga de capitales al extranjero. Son especialmente controvertidos los nuevos impuestos a los bancos, las empresas energéticas y los grandes patrimonios, que se introdujeron inicialmente con carácter temporal, pero que ahora se mantendrán de forma permanente. Aunque estas medidas han generado unos ingresos récord de casi 3000 millones de euros en 2023, son criticadas por lastrar la economía y poner en peligro el empleo.

El Gobierno defiende su política fiscal argumentando que es necesaria para sanear las finanzas públicas y financiar programas sociales. De hecho, España ha avanzado en la reducción del déficit presupuestario, que se prevé que se sitúe en el 2,7 % del PIB en 2025. También se prevé que la deuda se reduzca por debajo del 100 % del PIB para 2027. La Comisión Europea ha valorado positivamente el plan fiscal de España para 2025-2028, ya que cumple las nuevas normas fiscales de la UE y fomenta un crecimiento equilibrado. No obstante, sigue sin estar claro si esta política es sostenible a largo plazo. Los críticos advierten de que la elevada presión fiscal podría frenar el crecimiento económico, especialmente en un momento en el que la productividad se estanca y la inversión se debilita.

Otro problema es el elevado desempleo y la economía sumergida, que suponen una carga adicional para el sistema fiscal. Si España alcanzara las tasas de desempleo de la UE, se podrían obtener ingresos adicionales de hasta 14 000 millones de euros. La economía sumergida, que se estima que representa el 20 % del PIB, priva al Estado de recursos adicionales. En lugar de seguir aumentando los tipos impositivos, los expertos reclaman una base impositiva más amplia y una lucha más eficaz contra la evasión fiscal.

La percepción pública del sistema fiscal está marcada por la frustración. Muchos españoles consideran que la política fiscal es una «caza fiscal» que afecta sobre todo a la clase media y a las pequeñas empresas, mientras que las grandes empresas y los súper ricos suelen encontrar lagunas legales. El debate sobre una reforma fiscal que genere más justicia y competitividad está cobrando impulso. Las propuestas van desde una reducción de los impuestos a las empresas hasta un mayor gravamen del patrimonio para reducir la desigualdad de ingresos.

España se encuentra en una encrucijada. Mientras el Gobierno apuesta por la consolidación y la justicia social, los críticos advierten de un sistema que frena el crecimiento y la innovación. La pregunta sigue siendo cómo puede España encontrar un equilibrio entre la responsabilidad fiscal y el dinamismo económico sin poner en peligro la cohesión social.