Berliner Boersenzeitung - ¿Recesión necesaria en EE.UU.?

EUR -
AED 4.279905
AFN 80.997864
ALL 96.983259
AMD 446.248364
ANG 2.085508
AOA 1068.516087
ARS 1504.875152
AUD 1.805244
AWG 2.097705
AZN 2.056576
BAM 1.950035
BBD 2.353143
BDT 141.601341
BGN 1.955022
BHD 0.439362
BIF 3451.410886
BMD 1.16523
BND 1.495279
BOB 8.082035
BRL 6.394086
BSD 1.165454
BTN 101.464574
BWP 16.25879
BYN 3.906051
BYR 22838.505526
BZD 2.340959
CAD 1.615079
CDF 3374.505607
CHF 0.940923
CLF 0.028631
CLP 1123.199905
CNY 8.369144
CNH 8.375393
COP 4704.545702
CRC 588.953641
CUC 1.16523
CUP 30.878592
CVE 110.405964
CZK 24.452932
DJF 207.084795
DKK 7.464582
DOP 72.098607
DZD 151.340944
EGP 56.457365
ERN 17.478448
ETB 164.494642
FJD 2.637502
FKP 0.86193
GBP 0.864094
GEL 3.140285
GGP 0.86193
GHS 12.642826
GIP 0.86193
GMD 83.896238
GNF 10112.450305
GTQ 8.93259
GYD 243.827007
HKD 9.08835
HNL 30.65751
HRK 7.532512
HTG 152.588855
HUF 393.678156
IDR 18977.574601
ILS 3.953683
IMP 0.86193
INR 101.45977
IQD 1526.451135
IRR 49027.046658
ISK 143.393167
JEP 0.86193
JMD 186.598302
JOD 0.826141
JPY 171.856257
KES 150.901946
KGS 101.898857
KHR 4666.746018
KMF 489.979458
KPW 1048.683374
KRW 1622.087389
KWD 0.356187
KYD 0.97122
KZT 627.335217
LAK 25168.965132
LBP 104346.335585
LKR 351.610426
LRD 234.793524
LSL 20.497044
LTL 3.440621
LVL 0.704836
LYD 6.315077
MAD 10.498135
MDL 19.474255
MGA 5119.818772
MKD 61.358587
MMK 2445.273813
MNT 4191.405744
MOP 9.366068
MRU 46.550805
MUR 53.239098
MVR 17.942605
MWK 2024.004217
MXN 21.919535
MYR 4.920735
MZN 74.47008
NAD 20.496808
NGN 1788.056487
NIO 42.822524
NOK 11.974275
NPR 162.344013
NZD 1.975301
OMR 0.448041
PAB 1.165444
PEN 4.14821
PGK 4.923443
PHP 66.62314
PKR 328.594776
PLN 4.243872
PYG 8421.102115
QAR 4.242311
RON 5.059549
RSD 117.17672
RUB 94.12187
RWF 1683.757168
SAR 4.372517
SBD 9.582586
SCR 16.480643
SDG 699.72343
SEK 11.171478
SGD 1.497332
SHP 0.915688
SLE 27.149358
SLL 24434.285473
SOS 665.935837
SRD 43.871237
STD 24117.905797
STN 24.427777
SVC 10.197849
SYP 15149.880719
SZL 20.485433
THB 37.974266
TJS 10.832579
TMT 4.078305
TND 3.406329
TOP 2.72908
TRY 47.645183
TTD 7.898579
TWD 35.116518
TZS 2916.57056
UAH 48.228466
UGX 4154.716139
USD 1.16523
UYU 46.69195
UZS 14591.583999
VES 159.196042
VND 30668.850278
VUV 139.117759
WST 3.120914
XAF 654.020512
XAG 0.031226
XAU 0.000351
XCD 3.149092
XCG 2.10039
XDR 0.812311
XOF 654.006522
XPF 119.331742
YER 279.975572
ZAR 20.594285
ZMK 10488.467424
ZMW 27.125568
ZWL 375.203544

¿Recesión necesaria en EE.UU.?




La economía estadounidense atraviesa un momento de incertidumbre en 2025, marcado por un crecimiento económico ralentizado y temores crecientes sobre una posible recesión. En el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3%, un cambio drástico tras un crecimiento del 2,4% en el último trimestre de 2024. Este retroceso ha avivado debates sobre si esta desaceleración podría ser un ajuste necesario para corregir desequilibrios económicos o si, por el contrario, representa un riesgo mayor para la estabilidad global.

El principal catalizador de esta situación parece ser la política comercial impulsada por la administración actual, caracterizada por la imposición de aranceles significativos a las importaciones. Estas medidas, destinadas a proteger la industria local, han generado efectos no deseados. Las empresas, anticipándose a los aranceles, aumentaron masivamente las importaciones a principios de 2025, lo que contribuyó al descenso del PIB al inflar el déficit comercial. Sin embargo, tras la entrada en vigor de los aranceles en abril, el consumo se ha estancado, ya que los hogares, preocupados por el aumento de precios, han reducido sus gastos. El índice de confianza del consumidor, que mide el optimismo económico, cayó a su segundo nivel más bajo desde 1952, reflejando una creciente inquietud entre los estadounidenses.

El mercado laboral, tradicionalmente un pilar de la economía estadounidense, también muestra signos de debilitamiento. Aunque la tasa de desempleo se mantenía en un sólido 4% a inicios de 2025, equivalente al pleno empleo, las proyecciones indican que podría alcanzar el 5% en 2026. Este aumento, aunque modesto, implica una transición hacia el desempleo involuntario, lo que podría agravar la percepción de inseguridad económica. Además, los consumidores, enfrentados a la posibilidad de alzas en los precios debido a los aranceles, están optando por acumular existencias de bienes, un comportamiento que impulsa las ventas a corto plazo, pero que no es sostenible.

En los mercados financieros, la volatilidad se ha disparado. Los inversores, desconcertados por la incertidumbre en la política comercial, han adoptado una postura cautelosa, lo que se refleja en un índice de "miedo y codicia" que permanece en niveles de "miedo extremo" desde marzo. Esta desconfianza ha llevado a pérdidas significativas en los mercados bursátiles, afectando especialmente a los ahorros de muchos ciudadanos, que en su mayoría están invertidos en acciones a través de fondos de pensiones.

Sin embargo, algunos analistas argumentan que esta desaceleración podría ser un mal necesario. La economía estadounidense, que ha disfrutado de un crecimiento robusto en los últimos años, podría estar enfrentando una corrección para enfriar sectores sobrecalentados, como el consumo excesivo y la acumulación de deuda pública. Los programas de estímulo masivo implementados en años anteriores han mantenido a flote la economía, pero a costa de un aumento en la deuda nacional. Una recesión controlada, según esta perspectiva, podría permitir un reequilibrio sin caer en una crisis prolongada.

Por otro lado, los críticos advierten que los riesgos son considerables. La incertidumbre generada por la política comercial no solo afecta a Estados Unidos, sino que tiene repercusiones globales. Las represalias comerciales de socios como China y Europa podrían agravar la situación, reduciendo el crecimiento económico mundial. Además, la inflación, que había disminuido significativamente desde su pico en 2022, podría repuntar debido a los costos adicionales impuestos por los aranceles, lo que complicaría las decisiones de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.

A pesar de estas preocupaciones, no todos los indicadores son negativos. Algunos sectores, como el consumo interno, han mostrado resistencia, impulsados por compras anticipadas de bienes duraderos. Asimismo, la economía estadounidense sigue siendo una de las más dinámicas del mundo, con una capacidad comprobada para adaptarse a desafíos. La pregunta clave es si esta desaceleración será un ajuste pasajero o el preludio de una recesión más profunda.

En conclusión, la situación económica de Estados Unidos en 2025 plantea un dilema complejo. Mientras algunos ven en esta ralentización una oportunidad para corregir excesos, otros temen que las políticas actuales puedan desencadenar una crisis más severa. La respuesta dependerá de cómo evolucione la confianza de los consumidores, la estabilidad de los mercados y la capacidad de las autoridades para mitigar los impactos de las tensiones comerciales. Por ahora, el mundo observa con atención, consciente de que las decisiones tomadas en Washington tendrán ecos mucho más allá de sus fronteras.