Berliner Boersenzeitung - Elecciones presidenciales de EEUU 2024

EUR -
AED 4.313662
AFN 76.92863
ALL 96.595806
AMD 448.35549
ANG 2.10226
AOA 1076.935627
ARS 1692.033606
AUD 1.76444
AWG 2.11394
AZN 2.001162
BAM 1.95918
BBD 2.365972
BDT 143.557695
BGN 1.955795
BHD 0.442683
BIF 3482.129613
BMD 1.174411
BND 1.517111
BOB 8.116971
BRL 6.369895
BSD 1.174722
BTN 106.233844
BWP 15.564789
BYN 3.46306
BYR 23018.462198
BZD 2.362566
CAD 1.616747
CDF 2630.681819
CHF 0.934614
CLF 0.02725
CLP 1069.008384
CNY 8.28489
CNH 8.28401
COP 4466.873519
CRC 587.611367
CUC 1.174411
CUP 31.1219
CVE 110.717676
CZK 24.280489
DJF 208.716845
DKK 7.469503
DOP 74.986625
DZD 152.445685
EGP 55.826235
ERN 17.61617
ETB 182.298047
FJD 2.660336
FKP 0.874732
GBP 0.878413
GEL 3.175445
GGP 0.874732
GHS 13.488161
GIP 0.874732
GMD 85.732445
GNF 10206.809344
GTQ 8.997524
GYD 245.762995
HKD 9.141483
HNL 30.774085
HRK 7.533971
HTG 153.975014
HUF 385.289582
IDR 19539.562216
ILS 3.784887
IMP 0.874732
INR 106.392448
IQD 1538.478851
IRR 49469.146008
ISK 148.39907
JEP 0.874732
JMD 188.084522
JOD 0.832704
JPY 183.010285
KES 151.386086
KGS 102.702723
KHR 4704.692226
KMF 492.670011
KPW 1056.965776
KRW 1733.396351
KWD 0.360204
KYD 0.978985
KZT 612.654469
LAK 25461.238188
LBP 105168.535604
LKR 362.984751
LRD 207.900213
LSL 19.824511
LTL 3.467732
LVL 0.71039
LYD 6.365756
MAD 10.794309
MDL 19.858179
MGA 5296.595535
MKD 61.544022
MMK 2466.578767
MNT 4166.079309
MOP 9.419713
MRU 46.671551
MUR 53.909874
MVR 18.090325
MWK 2039.369674
MXN 21.160027
MYR 4.81192
MZN 75.057072
NAD 19.824506
NGN 1706.079535
NIO 43.189022
NOK 11.891784
NPR 169.974551
NZD 2.023053
OMR 0.451556
PAB 1.174722
PEN 4.232236
PGK 5.002057
PHP 69.389511
PKR 329.099462
PLN 4.223647
PYG 7890.614515
QAR 4.276154
RON 5.091665
RSD 117.38833
RUB 94.010407
RWF 1704.070849
SAR 4.40673
SBD 9.60287
SCR 16.766734
SDG 706.412736
SEK 10.881544
SGD 1.516535
SHP 0.881113
SLE 28.332718
SLL 24626.816338
SOS 671.18038
SRD 45.271253
STD 24307.943541
STN 24.956241
SVC 10.278691
SYP 12987.087677
SZL 19.824497
THB 37.088502
TJS 10.795581
TMT 4.122184
TND 3.424628
TOP 2.827701
TRY 50.142084
TTD 7.971721
TWD 36.793724
TZS 2900.796395
UAH 49.634729
UGX 4175.203923
USD 1.174411
UYU 46.099344
UZS 14095.876316
VES 314.084275
VND 30894.064621
VUV 142.674728
WST 3.269498
XAF 657.087946
XAG 0.01896
XAU 0.000273
XCD 3.173906
XCG 2.117144
XDR 0.816434
XOF 655.321915
XPF 119.331742
YER 280.101318
ZAR 19.820623
ZMK 10571.115533
ZMW 27.106655
ZWL 378.159971

Elecciones presidenciales de EEUU 2024




"El impacto potencial de una victoria de Trump en la Unión Europea: Oportunidades y desafíos"
'
A medida que Estados Unidos se acerca a las cruciales elecciones presidenciales de 2024, el mundo observa con expectación. El resultado de estas elecciones tendrá implicaciones de gran alcance, especialmente para la Unión Europea. Una victoria de Donald Trump, tras las elecciones del 5 de noviembre, podría introducir cambios significativos en las relaciones transatlánticas. Si bien una segunda presidencia de Trump presenta tanto oportunidades como riesgos para Europa, el impacto de una derrota demócrata también plantea desafíos que la UE debe sortear cuidadosamente.

Recalibrando las relaciones transatlánticas: Oportunidades para la independencia
Es casi seguro que una nueva presidencia de Trump marcaría el comienzo de un periodo de recalibración de las relaciones transatlánticas. Durante su mandato anterior, Trump priorizó un enfoque de «América primero», expresando a menudo escepticismo sobre las instituciones multilaterales, incluida la OTAN, y haciendo hincapié en un reparto más justo de la carga entre los aliados. Si Trump vuelve a ocupar el cargo, la Unión Europea podría encontrarse con la oportunidad de redefinir su propia autonomía estratégica.

Durante años, los líderes europeos han debatido la reducción de su dependencia de Estados Unidos en materia de defensa y seguridad. Bajo el liderazgo de Trump, esta necesidad podría verse reforzada, animando a la UE a mejorar sus capacidades militares y su cohesión como entidad geopolítica. Una administración Trump que permanezca indiferente a las preocupaciones europeas en materia de seguridad podría acelerar los esfuerzos dentro de Europa para perseguir una política de defensa más fuerte, en particular en el marco de iniciativas como la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y el Fondo Europeo de Defensa (FED). Esto ayudaría a la UE a establecerse como una potencia mundial más autosuficiente.

Además, las posibles políticas económicas de Trump podrían crear espacio para que Europa refuerce sus asociaciones en otros lugares. Durante su anterior administración, la preferencia de Trump por los acuerdos comerciales bilaterales frente a los multilaterales provocó tensiones con sus socios comerciales, incluida la UE. Si Trump regresa, la UE podría tratar de solidificar y diversificar las relaciones comerciales con las economías emergentes y otros mercados clave, fomentando asociaciones que podrían reducir la dependencia de la cooperación económica de Estados Unidos.

Incertidumbre económica y divergencia normativa
Sin embargo, es probable que una victoria de Trump genere importantes incertidumbres económicas. En un segundo mandato, Trump podría inclinarse por retomar los conflictos comerciales y los aranceles que anteriormente pusieron a prueba la economía transatlántica. Estas políticas podrían socavar las relaciones económicas entre la UE y Estados Unidos, sobre todo si Trump sigue cuestionando el valor de los acuerdos comerciales vigentes o impone nuevos aranceles a los productos europeos. Sin duda, una relación comercial debilitada crearía ondas en los mercados europeos, especialmente en sectores como la automoción, la agricultura y la tecnología.

Además, la postura de Trump sobre las políticas climáticas diverge significativamente de la agenda verde de la UE. Mientras que el Gobierno de Biden trabajó al unísono con Europa en materia de cambio climático, apoyando el Acuerdo de París y promoviendo iniciativas ecológicas, Trump ha restado importancia a la ciencia climática y ha hecho retroceder la normativa medioambiental. Por tanto, una nueva presidencia de Trump podría complicar los esfuerzos mundiales para hacer frente al cambio climático, dificultando que la UE encuentre un terreno común en cuestiones medioambientales urgentes y obligando a Europa a actuar como principal defensora de los acuerdos internacionales sobre el clima.

Retos geopolíticos e implicaciones estratégicas
Una victoria de Trump tendría probablemente ramificaciones sustanciales para la postura estratégica de la UE. El enfoque impredecible de la política exterior de la anterior administración Trump provocó tensiones en las relaciones con los aliados tradicionales, al tiempo que mostraba acercamientos hacia regímenes autocráticos, como Rusia y Corea del Norte. Un patrón similar podría dejar a la UE más vulnerable, ya que una administración Trump podría quitar prioridad a la OTAN, cuestionando el valor de la defensa colectiva. Tal cambio supondría una carga más pesada para Europa a la hora de garantizar su propia seguridad, especialmente en medio de las actuales tensiones con Rusia tras la invasión de Ucrania.

Ante estos retos, las naciones europeas podrían tener que adoptar una postura más unificada en materia de defensa, con un mayor compromiso de los Estados miembros para cumplir los objetivos de gasto en defensa de la OTAN. Aunque esto podría fomentar una política de defensa de la UE más cohesionada, también podría poner de manifiesto divisiones dentro de la Unión, sobre todo entre los países más proclives al alineamiento con Estados Unidos y los que prefieren una estrategia de seguridad independiente de la UE.

Otro aspecto a considerar es la relación con China. Bajo Trump, Estados Unidos adoptó una postura agresiva para enfrentarse a Pekín, y un renovado énfasis en el desacoplamiento económico podría obligar a Europa a navegar en un delicado equilibrio. Las naciones europeas, muchas de las cuales tienen importantes lazos comerciales con China, podrían enfrentarse a presiones para alinearse más estrechamente con la postura estadounidense, arriesgándose a sufrir consecuencias económicas o tensiones diplomáticas con Pekín.

Las consecuencias de una derrota demócrata para Europa
Una derrota demócrata marcaría un cambio más amplio en la política estadounidense, que Europa no puede ignorar. El mandato de Biden se ha caracterizado por sus esfuerzos para restablecer alianzas, volver a comprometerse con las instituciones internacionales y apoyar los valores democráticos liberales. Una derrota de los demócratas simbolizaría probablemente un repudio de estos principios por parte del electorado estadounidense, lo que podría envalentonar a los movimientos populistas y nacionalistas dentro de la propia Europa.

La UE podría verse obligada a asumir el papel de defensora de la democracia liberal en la escena mundial. Ante la posibilidad de que Washington adopte una postura más aislacionista, Europa tendría que redoblar sus esfuerzos diplomáticos para defender las normas internacionales, promover los derechos humanos y contrarrestar la influencia de los regímenes autocráticos. Además, las naciones europeas cada vez más desafiadas por movimientos populistas internos podrían tener dificultades para mantener la unidad ante el creciente escepticismo hacia las instituciones democráticas liberales.

Navegando por el camino a seguir
Si bien la posible reelección de Donald Trump podría crear desafíos significativos para la Unión Europea, también presenta una oportunidad para que Europa afirme su papel como actor geopolítico independiente. La UE debe prepararse para la posibilidad de una relación más transaccional y menos predecible con Washington. Reforzar la cohesión interna, invertir en capacidades de defensa y diversificar las asociaciones globales son pasos esenciales que la UE debe dar en respuesta a una posible segunda presidencia de Trump.

Al mismo tiempo, Europa debería entablar relaciones diplomáticas con una administración liderada por Trump, buscando vías de cooperación en cuestiones de interés compartido, como la lucha contra el terrorismo y la seguridad energética. Navegar por este complejo panorama exigirá diplomacia hábil, capacidad de resistencia y una visión estratégica clara. La Unión Europea, si está unida y es proactiva, puede mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades que presenta un orden mundial cambiante, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses.