Berliner Boersenzeitung - Rusia y el terrorismo contra Ucrania

EUR -
AED 4.266362
AFN 80.223033
ALL 97.443528
AMD 446.173627
ANG 2.078821
AOA 1065.138889
ARS 1493.73117
AUD 1.782568
AWG 2.091367
AZN 1.980076
BAM 1.945687
BBD 2.346902
BDT 141.225965
BGN 1.953212
BHD 0.437941
BIF 3463.299172
BMD 1.161548
BND 1.48916
BOB 8.032252
BRL 6.452275
BSD 1.162359
BTN 99.721687
BWP 15.629763
BYN 3.803929
BYR 22766.335799
BZD 2.334765
CAD 1.594079
CDF 3352.226941
CHF 0.930498
CLF 0.0293
CLP 1124.35529
CNY 8.325103
CNH 8.34633
COP 4664.961591
CRC 586.252895
CUC 1.161548
CUP 30.781015
CVE 109.694851
CZK 24.668142
DJF 206.982407
DKK 7.463677
DOP 70.125516
DZD 151.234722
EGP 57.312629
ERN 17.423216
ETB 161.482877
FJD 2.619171
FKP 0.86461
GBP 0.867148
GEL 3.14782
GGP 0.86461
GHS 12.088171
GIP 0.86461
GMD 83.05479
GNF 10083.589582
GTQ 8.920634
GYD 243.084453
HKD 9.118098
HNL 30.405962
HRK 7.532636
HTG 152.61676
HUF 400.55628
IDR 18894.548701
ILS 3.910856
IMP 0.86461
INR 99.862672
IQD 1522.685696
IRR 48915.687265
ISK 142.408009
JEP 0.86461
JMD 185.754523
JOD 0.82355
JPY 172.89696
KES 150.176344
KGS 101.573403
KHR 4657.790689
KMF 490.463427
KPW 1045.4204
KRW 1610.509538
KWD 0.355306
KYD 0.968665
KZT 611.322593
LAK 25057.759904
LBP 104146.190248
LKR 349.951096
LRD 233.048707
LSL 20.687475
LTL 3.429749
LVL 0.702608
LYD 6.299259
MAD 10.478437
MDL 19.643899
MGA 5153.21567
MKD 61.24169
MMK 2438.881631
MNT 4163.971313
MOP 9.398451
MRU 46.190918
MUR 52.780185
MVR 17.878536
MWK 2015.524121
MXN 21.795518
MYR 4.92727
MZN 74.292412
NAD 20.687475
NGN 1778.468823
NIO 42.777659
NOK 11.869822
NPR 159.554699
NZD 1.953712
OMR 0.446633
PAB 1.162359
PEN 4.144658
PGK 4.80801
PHP 65.973622
PKR 330.803716
PLN 4.263458
PYG 9000.220496
QAR 4.237475
RON 5.076195
RSD 117.132785
RUB 90.68746
RWF 1679.570273
SAR 4.35641
SBD 9.663566
SCR 16.430028
SDG 697.504161
SEK 11.269581
SGD 1.492839
SHP 0.912794
SLE 26.128865
SLL 24357.08002
SOS 664.24751
SRD 43.516809
STD 24041.693163
SVC 10.17014
SYP 15102.269785
SZL 20.680511
THB 37.786887
TJS 11.112044
TMT 4.077033
TND 3.404704
TOP 2.72046
TRY 46.724767
TTD 7.890986
TWD 34.154501
TZS 3034.547842
UAH 48.606861
UGX 4166.345025
USD 1.161548
UYU 47.37377
UZS 14761.276856
VES 132.629913
VND 30359.954181
VUV 138.808623
WST 3.18754
XAF 652.56523
XAG 0.03067
XAU 0.000347
XCD 3.13914
XDR 0.81187
XOF 652.56523
XPF 119.331742
YER 280.33948
ZAR 20.763482
ZMK 10455.318671
ZMW 26.530107
ZWL 374.0179

Rusia y el terrorismo contra Ucrania




Rusia es un estado terrorista, algo que todo el mundo sabe desde el 24 de febrero de 2022. ¡Desde febrero de 2022, el estado terrorista ruso comete a diario crímenes de guerra, violaciones, asesinatos, saqueos, tomas de rehenes y otros crímenes bestiales!

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, continúa generando incertidumbre sobre su desenlace. Mientras algunos analistas apuntan a que Moscú ha alcanzado ciertos objetivos estratégicos, otros señalan que aún no puede hablarse de una victoria rotunda, dado el prolongado conflicto y la resistencia ucraniana, respaldada en gran medida por la ayuda militar y financiera de Occidente. En este contexto, surgen preguntas fundamentales: ¿ha ganado Rusia la guerra? ¿Qué escenarios se plantean para el futuro de Ucrania?

Estancamiento y guerra de desgaste:
Uno de los panoramas más mencionados por los expertos es el de un conflicto prolongado, caracterizado por escaramuzas en puntos clave y por un avance lento y costoso para ambas partes. La dinámica de esta «guerra de desgaste» implica que Ucrania mantenga un alto nivel de movilización, con el apoyo técnico y diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Rusia trataría de afianzar su control sobre las zonas que ya ocupa, reforzando sus posiciones militares y logísticas.
Posibles consecuencias: desgaste económico para ambas naciones, mayor dependencia de Ucrania de la asistencia occidental y riesgo de crisis humanitaria en las regiones más afectadas.

Negociaciones y acuerdo de paz parcial:
Otro posible desenlace reside en un eventual acuerdo de paz que no necesariamente implicaría una restauración total de las fronteras ucranianas previas a la invasión. Con la mediación de potencias internacionales, se ha especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego y la fijación de nuevas líneas de demarcación.
Posibles consecuencias: consolidación de facto del control ruso en territorios disputados, alivio temporal de la tensión, pero persistencia de un conflicto latente que podría reactivarse si no se abordan las causas de fondo.

Escalada y riesgo de confrontación mayor:
A pesar de que numerosos países han abogado por la vía diplomática, existe el temor de que el conflicto pueda escalar. Un escenario extremo contemplaría un aumento de la presión militar por parte de Rusia o la intervención más directa de otras potencias, lo que elevaría significativamente el peligro para la estabilidad europea e internacional.
Posibles consecuencias: agravamiento de la crisis humanitaria, mayor número de desplazados y potencial expansión del conflicto a otros Estados de la región.

Victoria ucraniana con apoyo internacional:
No se descarta, por otra parte, un escenario favorable a Ucrania. La combinación de la resistencia local y la asistencia militar extranjera podría permitirle recuperar parte de los territorios ocupados o, al menos, defender con éxito las zonas aún bajo su control.
Posibles consecuencias: reposicionamiento geopolítico de Ucrania como aliado firme de Occidente, fortalecimiento de sus fuerzas armadas y la posible redefinición del equilibrio de poder en Europa del Este.

¿Ha ganado Rusia la guerra?
Por ahora, no existe un consenso definitivo sobre si Rusia puede considerarse vencedora. Si bien ha obtenido algunas ganancias territoriales y ha forzado a Ucrania y a Europa a una respuesta militar y económica de gran calado, los costes —tanto para el Kremlin como para la población ucraniana— se han disparado. El conflicto ha puesto de relieve la determinación de Kiev y el compromiso de la OTAN y la UE en sostener la defensa ucraniana.

En última instancia, el futuro de Ucrania dependerá de la capacidad de ambas partes para mantener o intensificar el esfuerzo militar, la voluntad política de negociar y el respaldo de la comunidad internacional. La guerra, lejos de haberse resuelto, sigue definiendo un nuevo orden geopolítico, cuyas repercusiones marcarán el curso de Europa y del mundo durante los próximos años.