Berliner Boersenzeitung - Rusia y el terrorismo contra Ucrania

EUR -
AED 4.268901
AFN 82.53969
ALL 98.318932
AMD 448.249748
ANG 2.080279
AOA 1065.931638
ARS 1373.384221
AUD 1.78543
AWG 2.095248
AZN 1.970124
BAM 1.959132
BBD 2.34556
BDT 142.071664
BGN 1.956944
BHD 0.438397
BIF 3459.81909
BMD 1.162412
BND 1.488076
BOB 8.044823
BRL 6.384899
BSD 1.161711
BTN 99.90695
BWP 15.478595
BYN 3.801781
BYR 22783.280354
BZD 2.33346
CAD 1.592267
CDF 3344.260128
CHF 0.935004
CLF 0.02856
CLP 1095.945096
CNY 8.34554
CNH 8.332096
COP 4748.64008
CRC 588.017923
CUC 1.162412
CUP 30.803925
CVE 110.45288
CZK 24.778007
DJF 206.869894
DKK 7.460002
DOP 68.746346
DZD 150.956419
EGP 58.180361
ERN 17.436184
ETB 159.698229
FJD 2.612812
FKP 0.861751
GBP 0.853268
GEL 3.161921
GGP 0.861751
GHS 12.023659
GIP 0.861751
GMD 83.11376
GNF 10062.115656
GTQ 8.933195
GYD 243.042825
HKD 9.124884
HNL 30.343353
HRK 7.536728
HTG 152.468036
HUF 401.228092
IDR 18943.018961
ILS 3.950295
IMP 0.861751
INR 99.907703
IQD 1521.775448
IRR 48966.6169
ISK 141.791166
JEP 0.861751
JMD 185.755971
JOD 0.824143
JPY 168.165737
KES 150.187415
KGS 101.439885
KHR 4656.961553
KMF 496.928359
KPW 1046.160766
KRW 1578.079076
KWD 0.355292
KYD 0.968055
KZT 602.062236
LAK 25061.599974
LBP 104092.552378
LKR 349.019687
LRD 232.334195
LSL 20.59363
LTL 3.432301
LVL 0.703131
LYD 6.293706
MAD 10.573668
MDL 19.817881
MGA 5164.985589
MKD 61.732147
MMK 2440.453513
MNT 4164.176516
MOP 9.393141
MRU 45.896069
MUR 52.750144
MVR 17.906967
MWK 2014.404484
MXN 22.084679
MYR 4.933261
MZN 74.348179
NAD 20.593452
NGN 1800.251013
NIO 42.752538
NOK 11.750465
NPR 159.850719
NZD 1.928111
OMR 0.446932
PAB 1.161721
PEN 4.172097
PGK 4.788227
PHP 66.051777
PKR 331.018157
PLN 4.252743
PYG 9273.73473
QAR 4.235104
RON 5.048341
RSD 117.197835
RUB 91.104848
RWF 1677.467803
SAR 4.360516
SBD 9.695016
SCR 16.414963
SDG 698.026292
SEK 11.065839
SGD 1.486615
SHP 0.913474
SLE 26.096307
SLL 24375.208207
SOS 663.949369
SRD 44.520914
STD 24059.586942
SVC 10.164289
SYP 15113.603228
SZL 20.576798
THB 37.968451
TJS 11.448517
TMT 4.068443
TND 3.424525
TOP 2.722482
TRY 46.026178
TTD 7.894667
TWD 34.241529
TZS 3106.54811
UAH 48.502102
UGX 4180.236447
USD 1.162412
UYU 47.120151
UZS 14417.524205
VES 120.433838
VND 30420.328921
VUV 139.655759
WST 3.089585
XAF 657.080346
XAG 0.032705
XAU 0.000352
XCD 3.141478
XDR 0.817578
XOF 657.083177
XPF 119.331742
YER 282.058824
ZAR 20.638047
ZMK 10463.078521
ZMW 27.194726
ZWL 374.296274

Rusia y el terrorismo contra Ucrania




Rusia es un estado terrorista, algo que todo el mundo sabe desde el 24 de febrero de 2022. ¡Desde febrero de 2022, el estado terrorista ruso comete a diario crímenes de guerra, violaciones, asesinatos, saqueos, tomas de rehenes y otros crímenes bestiales!

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, continúa generando incertidumbre sobre su desenlace. Mientras algunos analistas apuntan a que Moscú ha alcanzado ciertos objetivos estratégicos, otros señalan que aún no puede hablarse de una victoria rotunda, dado el prolongado conflicto y la resistencia ucraniana, respaldada en gran medida por la ayuda militar y financiera de Occidente. En este contexto, surgen preguntas fundamentales: ¿ha ganado Rusia la guerra? ¿Qué escenarios se plantean para el futuro de Ucrania?

Estancamiento y guerra de desgaste:
Uno de los panoramas más mencionados por los expertos es el de un conflicto prolongado, caracterizado por escaramuzas en puntos clave y por un avance lento y costoso para ambas partes. La dinámica de esta «guerra de desgaste» implica que Ucrania mantenga un alto nivel de movilización, con el apoyo técnico y diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Rusia trataría de afianzar su control sobre las zonas que ya ocupa, reforzando sus posiciones militares y logísticas.
Posibles consecuencias: desgaste económico para ambas naciones, mayor dependencia de Ucrania de la asistencia occidental y riesgo de crisis humanitaria en las regiones más afectadas.

Negociaciones y acuerdo de paz parcial:
Otro posible desenlace reside en un eventual acuerdo de paz que no necesariamente implicaría una restauración total de las fronteras ucranianas previas a la invasión. Con la mediación de potencias internacionales, se ha especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego y la fijación de nuevas líneas de demarcación.
Posibles consecuencias: consolidación de facto del control ruso en territorios disputados, alivio temporal de la tensión, pero persistencia de un conflicto latente que podría reactivarse si no se abordan las causas de fondo.

Escalada y riesgo de confrontación mayor:
A pesar de que numerosos países han abogado por la vía diplomática, existe el temor de que el conflicto pueda escalar. Un escenario extremo contemplaría un aumento de la presión militar por parte de Rusia o la intervención más directa de otras potencias, lo que elevaría significativamente el peligro para la estabilidad europea e internacional.
Posibles consecuencias: agravamiento de la crisis humanitaria, mayor número de desplazados y potencial expansión del conflicto a otros Estados de la región.

Victoria ucraniana con apoyo internacional:
No se descarta, por otra parte, un escenario favorable a Ucrania. La combinación de la resistencia local y la asistencia militar extranjera podría permitirle recuperar parte de los territorios ocupados o, al menos, defender con éxito las zonas aún bajo su control.
Posibles consecuencias: reposicionamiento geopolítico de Ucrania como aliado firme de Occidente, fortalecimiento de sus fuerzas armadas y la posible redefinición del equilibrio de poder en Europa del Este.

¿Ha ganado Rusia la guerra?
Por ahora, no existe un consenso definitivo sobre si Rusia puede considerarse vencedora. Si bien ha obtenido algunas ganancias territoriales y ha forzado a Ucrania y a Europa a una respuesta militar y económica de gran calado, los costes —tanto para el Kremlin como para la población ucraniana— se han disparado. El conflicto ha puesto de relieve la determinación de Kiev y el compromiso de la OTAN y la UE en sostener la defensa ucraniana.

En última instancia, el futuro de Ucrania dependerá de la capacidad de ambas partes para mantener o intensificar el esfuerzo militar, la voluntad política de negociar y el respaldo de la comunidad internacional. La guerra, lejos de haberse resuelto, sigue definiendo un nuevo orden geopolítico, cuyas repercusiones marcarán el curso de Europa y del mundo durante los próximos años.