Berliner Boersenzeitung - Rusia y el terrorismo contra Ucrania

EUR -
AED 4.269726
AFN 81.968585
ALL 98.340612
AMD 448.347968
ANG 2.080738
AOA 1066.167046
ARS 1364.91428
AUD 1.786879
AWG 2.09571
AZN 1.979925
BAM 1.959564
BBD 2.346078
BDT 142.102992
BGN 1.958038
BHD 0.438454
BIF 3418.245645
BMD 1.162669
BND 1.488404
BOB 8.046597
BRL 6.398742
BSD 1.161967
BTN 99.92898
BWP 15.482009
BYN 3.80262
BYR 22788.304301
BZD 2.333974
CAD 1.594431
CDF 3344.997146
CHF 0.934793
CLF 0.028356
CLP 1088.118701
CNY 8.338252
CNH 8.329821
COP 4741.711297
CRC 588.147587
CUC 1.162669
CUP 30.810718
CVE 110.477236
CZK 24.777604
DJF 206.629284
DKK 7.460501
DOP 68.761505
DZD 150.997947
EGP 58.19075
ERN 17.440029
ETB 159.733444
FJD 2.613389
FKP 0.861941
GBP 0.85269
GEL 3.162032
GGP 0.861941
GHS 12.02631
GIP 0.861941
GMD 83.133361
GNF 10064.334456
GTQ 8.935165
GYD 243.096418
HKD 9.126891
HNL 30.350044
HRK 7.534444
HTG 152.501657
HUF 401.399709
IDR 18948.126226
ILS 3.951166
IMP 0.861941
INR 99.904586
IQD 1522.111015
IRR 48977.414011
ISK 141.810875
JEP 0.861941
JMD 185.796932
JOD 0.824376
JPY 168.236934
KES 150.219613
KGS 101.46225
KHR 4657.988461
KMF 497.037952
KPW 1046.391455
KRW 1578.28759
KWD 0.355334
KYD 0.968268
KZT 602.194997
LAK 25067.126315
LBP 104115.505855
LKR 349.09665
LRD 232.385427
LSL 20.598171
LTL 3.433058
LVL 0.703286
LYD 6.295093
MAD 10.575999
MDL 19.822251
MGA 5166.124521
MKD 61.543924
MMK 2440.991658
MNT 4165.09476
MOP 9.395213
MRU 45.90619
MUR 52.761716
MVR 17.910871
MWK 2014.848681
MXN 22.098956
MYR 4.934376
MZN 74.363901
NAD 20.597993
NGN 1801.078423
NIO 42.761966
NOK 11.757789
NPR 159.885968
NZD 1.93107
OMR 0.447059
PAB 1.161977
PEN 4.173017
PGK 4.789283
PHP 66.080853
PKR 331.09115
PLN 4.253041
PYG 9275.779684
QAR 4.236038
RON 5.049126
RSD 117.245772
RUB 91.125354
RWF 1677.837702
SAR 4.361663
SBD 9.697154
SCR 16.402167
SDG 698.180126
SEK 11.074766
SGD 1.487338
SHP 0.913675
SLE 26.102428
SLL 24380.583191
SOS 664.095777
SRD 44.547513
STD 24064.892328
SVC 10.166531
SYP 15116.935932
SZL 20.581335
THB 37.949442
TJS 11.451042
TMT 4.06934
TND 3.42528
TOP 2.723087
TRY 46.047582
TTD 7.896407
TWD 34.251113
TZS 3107.231061
UAH 48.512797
UGX 4181.158232
USD 1.162669
UYU 47.130542
UZS 14420.703417
VES 120.460395
VND 30427.036916
VUV 139.686555
WST 3.090266
XAF 657.225239
XAG 0.032442
XAU 0.00035
XCD 3.14217
XDR 0.817758
XOF 657.228071
XPF 119.331742
YER 282.121172
ZAR 20.604232
ZMK 10465.408812
ZMW 27.200723
ZWL 374.378811

Rusia y el terrorismo contra Ucrania




Rusia es un estado terrorista, algo que todo el mundo sabe desde el 24 de febrero de 2022. ¡Desde febrero de 2022, el estado terrorista ruso comete a diario crímenes de guerra, violaciones, asesinatos, saqueos, tomas de rehenes y otros crímenes bestiales!

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, continúa generando incertidumbre sobre su desenlace. Mientras algunos analistas apuntan a que Moscú ha alcanzado ciertos objetivos estratégicos, otros señalan que aún no puede hablarse de una victoria rotunda, dado el prolongado conflicto y la resistencia ucraniana, respaldada en gran medida por la ayuda militar y financiera de Occidente. En este contexto, surgen preguntas fundamentales: ¿ha ganado Rusia la guerra? ¿Qué escenarios se plantean para el futuro de Ucrania?

Estancamiento y guerra de desgaste:
Uno de los panoramas más mencionados por los expertos es el de un conflicto prolongado, caracterizado por escaramuzas en puntos clave y por un avance lento y costoso para ambas partes. La dinámica de esta «guerra de desgaste» implica que Ucrania mantenga un alto nivel de movilización, con el apoyo técnico y diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Rusia trataría de afianzar su control sobre las zonas que ya ocupa, reforzando sus posiciones militares y logísticas.
Posibles consecuencias: desgaste económico para ambas naciones, mayor dependencia de Ucrania de la asistencia occidental y riesgo de crisis humanitaria en las regiones más afectadas.

Negociaciones y acuerdo de paz parcial:
Otro posible desenlace reside en un eventual acuerdo de paz que no necesariamente implicaría una restauración total de las fronteras ucranianas previas a la invasión. Con la mediación de potencias internacionales, se ha especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego y la fijación de nuevas líneas de demarcación.
Posibles consecuencias: consolidación de facto del control ruso en territorios disputados, alivio temporal de la tensión, pero persistencia de un conflicto latente que podría reactivarse si no se abordan las causas de fondo.

Escalada y riesgo de confrontación mayor:
A pesar de que numerosos países han abogado por la vía diplomática, existe el temor de que el conflicto pueda escalar. Un escenario extremo contemplaría un aumento de la presión militar por parte de Rusia o la intervención más directa de otras potencias, lo que elevaría significativamente el peligro para la estabilidad europea e internacional.
Posibles consecuencias: agravamiento de la crisis humanitaria, mayor número de desplazados y potencial expansión del conflicto a otros Estados de la región.

Victoria ucraniana con apoyo internacional:
No se descarta, por otra parte, un escenario favorable a Ucrania. La combinación de la resistencia local y la asistencia militar extranjera podría permitirle recuperar parte de los territorios ocupados o, al menos, defender con éxito las zonas aún bajo su control.
Posibles consecuencias: reposicionamiento geopolítico de Ucrania como aliado firme de Occidente, fortalecimiento de sus fuerzas armadas y la posible redefinición del equilibrio de poder en Europa del Este.

¿Ha ganado Rusia la guerra?
Por ahora, no existe un consenso definitivo sobre si Rusia puede considerarse vencedora. Si bien ha obtenido algunas ganancias territoriales y ha forzado a Ucrania y a Europa a una respuesta militar y económica de gran calado, los costes —tanto para el Kremlin como para la población ucraniana— se han disparado. El conflicto ha puesto de relieve la determinación de Kiev y el compromiso de la OTAN y la UE en sostener la defensa ucraniana.

En última instancia, el futuro de Ucrania dependerá de la capacidad de ambas partes para mantener o intensificar el esfuerzo militar, la voluntad política de negociar y el respaldo de la comunidad internacional. La guerra, lejos de haberse resuelto, sigue definiendo un nuevo orden geopolítico, cuyas repercusiones marcarán el curso de Europa y del mundo durante los próximos años.